CONOCIENDO LA CULTURA DE TUBARA

Puerto Velero: Las playas del balneario de Puerto Velero se han convertido en un refinado destino turístico que brinda a los bañistas no sólo la belleza natural de su paisaje, sino además comodidad, orden y el espacio ideal para desarrollar actividades en el mar. Los quioscos de comidas, las garitas de los salvavidas, las casetas de artesanías y los baños tienen un diseño innovador.
Caño Dulce: Queda en una ensenada que protege las playas contra los sedimentos. Este balneario cuenta con más de 20 restaurantes que deleitan a los turistas con selectos frutos del mar: platillos exquisitos y como el típico lebranche y el pargo rojo. En las aguas profundas de esta playa aco¬gedora, carretera al mar entre Punta Castillejo y Cabo Raboazul, el buceador encuentra un mundo exuberante de corales, algas y plantas marinas.
Centro Cultural Rebeca Coll: Este sitio, muy cerca de la iglesia, está sobre un mirador que brinda a los visitantes una panorámica hermosa de las montañas y el paisaje de la región. En este centro cultural se exhiben elementos como vasijas, figuras abstractas trabajadas en piedra, y restos que pertenecieron a los mocaná. Entre los elementos curio-sos hay un cráneo humano de hace aproximadamente 600 años. Pero más que todo, el Centro Cultural Rebeca Coll rescata las raíces de Tubará y el legado de sus ancestros, que invitan a no olvidarse de ellos.
Corral de San Luis: Una piscina natural de agua cristalina, servida por una cascada de gran belleza y custodiada por la vegetación virgen de un bosque con amplia diversidad de fauna y flora, es la descripción más simple que puede hacerse de este paraje, uno de los rincones más hermosos de la geografía del Atlántico. Situado a cuatro kilómetros del casco  urbano  de Tubará, posee atractivos que seducen a los visitantes.
Observaremos los sitios mencionados:





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